PRESENTACIÓN DEL LIBRO DEL DR. HÉCTOR VALDÉS “MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS DE EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO PROFESIONAL DE LOS DOCENTES”

Profesor Guillermo Sánchez Moreno Izaguirre[1]


1. El autor y su contexto.
La sumilla con la que el Manual presenta al Dr. Héctor Valdés Veloz no puede decir todo y, por ello, no registra su visita al Perú el 5 de diciembre del 2005 para disertar en el Instituto Pedagógico Nacional de Monterrico sobre el tema de “La experiencia cubana en la evaluación del desempeño docente y la carrera pública magisterial”. Aquella vez llenó el auditorio, mostró dominio del tema, dejó luminosas enseñanzas y recibió un largo y cálido aplauso. Uno de sus panelistas fue el Dr. José Rivero, presente en esta Mesa.


El Dr. Valdés es un investigador cuidadoso de sus afirmaciones. En el Manual que presentamos dice, por ejemplo en la página 52, al hablar de las observaciones en clase: “En conclusión sugiero tratar de aproximarnos, hasta donde sea posible, a la primera de las estrategias descritas anteriormente, y que se observe al menos 4 clases a cada profesor de la muestra, tratando de que sean distintos tipos de clases”


Tampoco registra que al dominar el castellano y poder comunicarse en portugués e inglés, Héctor Valdés puede relacionarse directamente con el pensamiento de los investigadores del mejoramiento docente en América Latina. Al ser investigador acucioso y calificado, la Academia de Ciencias de Cuba le otorgó en dos ocasiones el Premio Nacional de Investigación.


Ante esta trayectoria de vida cabe preguntarse si nosotros debemos agradecer la disciplina, esfuerzo, tiempo y dedicación del Dr. Valdés, en la situación social y económica que vive su país, para actualizar su información y elaborar e innovar con ella procedimientos e instrumentos que respondan adecuadamente a los retos de una educación en esta época. Sus conocimientos los ha compartido en sus ocho libros publicados y en sus periplos por México, Costa Rica. República Dominicana, Venezuela, Colombia, Brasil, Perú, Chile y Argentina. Este es el autor cuyo Manual hoy comentamos.


2. El tema del Manual.
Al iniciar la Introducción del Manual el Dr. Valdés nos remite a su libro “Desempeño docente y su evaluación”, editado en el 2004 en el que recogió los principales hallazgos de su tesis doctoral. En su página 4 nos dice que en la evaluación del docente existe un dilema de carácter ético difícil de resolver: por un lado el derecho de los docentes a su privacidad y, por otro, el derecho público a saber y añade que la solución al dilema está “en reconocer el proceso de enseñanza-aprendizaje como responsabilidad común de profesores y estudiantes que han de potenciar, mas que relaciones jerárquicas y transmisoras-receptoras del saber, comunidades de aprendizaje mutuo. Con agudeza conciliatoria, señala que al plantear el tema de la evaluación profesional docente no se debe verificar si existen razones para negar la permanencia de un profesor en la enseñanza sino preguntarse si: “¿existen pruebas evidentes de que este profesor merece permanecer en la enseñanza?”.Este enfoque, continúa el Dr. Valdés, ayuda a los evaluadores a buscar la eficacia y no la inepcia(página 12).


En la página 57 del libro mencionado desarrolla el concepto de evaluación del desempeño profesional del docente y lo define como: un proceso sistemático de obtención de datos válidos y fiables, con el objetivo de comprobar y valorar el efecto educativo que produce en los alumnos el despliegue de sus capacidades pedagógicas, su emocionalidad, responsabilidad laboral y la naturaleza de sus relaciones interpersonales con alumnos, padres, directivos, colegas, y representantes de las instituciones de la comunidad”


Finalmente, para él la evaluación tiene que tener consecuencias, por eso afirma en la página 14 de ese libro que “para evaluar a un profesor debemos previamente preguntarnos por el sistema de compensación” y añade que “un sistema de compensación sólo puede ser bueno si el sistema de evaluación que lo justifica lo es”. Por esto cree necesario definir la finalidad de la evaluación con una pregunta que se asemeja a un estilete florentino: ¿Estamos tratando de purgar a aquellos profesores con rendimiento más bajo, o deseamos compensar a los que tienen un rendimiento más alto, o estamos tratando de mejorar el rendimiento de todos los miembros del sistema?”


3. El Manual de buenas prácticas de evaluación del desempeño profesional de los docentes” es continuación del libro “Desempeño docente y su evaluación” y por ello se presta de éste la definición conceptual y operativa de evaluación de desempeño profesional del docente y la del sistema de evaluación, para luego presentar los instrumentos y guías elaborados por el autor.


La evaluación operacional del concepto de evaluación del desempeño profesional docente que tiene el Manual se presenta con 5 dimensiones; 25 parámetros y 51 indicadores.


En la dimensión “capacidad pedagógica” usa 12 parámetros. Ausculta en el profesor el conocimiento de los contenidos, su didáctica y manejo del aula, la corrección de su comunicación verbal y gestual, la existencia de un clima socio-psicológico adecuado, el conocimiento individual y grupal del alumno, la información actualizada del estado de aprendizaje que tienen, el cumplimiento de las políticas nacionales, su capacitación y autopreparación, su actitud científica en el ejercicio de la profesión y el grado de autonomía y creatividad alcanzado.


En la dimensión “disposición para desempeñarse como docente” usa 4 parámetros. No la reduce solo a la satisfacción del docente sino que incorpora también algo muy importante: la expectativa que tiene el profesor en sus alumnos, no solo en sus conocimientos (porque se pregunta sobre el último nivel escolar que el profesor cree que alcanzará cada uno de sus alumnos) sino también sobre los valores que considera que cada alumno podrá alcanzar. Preguntas acertadísimas ya que si el profesor no cree en la capacidad de sus alumnos, mal puede apoyar su desarrollo. Finalmente, explora la capacidad de autocrítica reflexiva que permitirá al profesor descubrir si los resultados que logra se deben a su trabajo o si él dificulta el aprendizaje de sus alumnos.


En la dimensión “responsabilidad laboral” emplea 4 parámetros que exploran no solo la asistencia y puntualidad sino también la participación en las sesiones de preparación metodológica, reuniones de ciclo y en otros espacios de reflexión colectiva. Examina si el profesor cumple las normas del Ministerio de Educación y el nivel profesional que ha alcanzado en su perfeccionamiento profesional.


En la dimensión “relaciones interpersonales” usa 3 parámetros. Comienza indagando sobre el conocimiento que tiene el profesor de los problemas sociales y personales de sus alumnos y su flexibilidad para aceptar los sentimientos y opiniones que ellos tienen. Termina tratando de identificar el grado de cooperación del profesor con los padres de familia, directivos, colegas e instituciones estudiantiles.


Finalmente, en la dimensión “resultados de la labor educativa del profesor” utiliza sólo 2 parámetros: el que permite conocer el nivel de rendimiento académico y el que permite identificar el grado de orientación valorativa logrado por los alumnos.


Para evaluar estas 5 dimensiones presenta 51 indicadores, unas reglas para asignar la calificación y un plan de evaluación. Éste, además de estar diseñado para todo el año lectivo, contiene 9 métodos para evaluar el desempeño profesional. Entre ellos destaca la observación de clases todo el año, los ejercicios de rendimiento profesional cada bimestre; y el portafolio de docentes, cada trimestre. Añade dos veces al año, pruebas objetivas y tests de desarrollo humano tomados a los alumnos; y, al concluir el segundo trimestre, una encuesta a los alumnos.


Este Manual es un compendio que contiene diversos instrumentos que permiten evaluar el desempeño profesional docente, considerándolo no como un técnico ejecutor sino como un profesional actualizado que enfrenta y resuelve problemas, produce conocimiento e innovaciones y se exige permanentemente.


4. Las realidades.
Es importante precisar las realidades más significativas que suscita el Manual que se está presentando, lo que originan cuatro preguntas importantes:


Primera.- Hay un contexto diferente en lo geo- político- educativo en Cuba y Perú.
Cuba tiene un territorio pequeño de 1200 kilómetros de largo y 185 en su anchura máxima; su parte más alta llega a 1999 metros en el Pico Turquino en Sierra Maestra y su población se concentra en 14 provincias, equivalentes a nuestras Regiones, y en un Municipio Especial, análogo a nuestra Provincia Constitucional del Callao. Cuenta con 169 municipios. En el Perú, la situación y retos geográficos son evidentemente mayores.


El régimen de gobierno de Cuba es diferente al nuestro aunque debemos añadir que en ella se ha sufrido y se sufren situaciones de aislamiento que no hemos tenido en el Perú.


La carrera profesional de profesor en Cuba está bien considerada socialmente y quienes ingresan a ella vienen bien preparados. Tiene una rica y larga experiencia de evaluación docente por lo que, quienes no reúnen las condiciones exigidas por el perfil, son retirados del ejercicio profesional docente y dedicados a otras actividades públicas. La educación es municipalizada y cuenta con más o menos 300 mil docentes que tienen a su cargo un promedio de 15 alumnos cada uno. Sus docentes siguen las normas de su Ministerio y son evaluados en el cumplimiento de las mismas.


El Perú tiene en lo educativo una realidad distinta en el reconocimiento social y en los postulantes que eligen la profesión docente. Sus instituciones educativas son 92 631, de las que 23 441 son privadas; los docentes son 476 987, de los que 163 853 trabajan en el sector privado; el número de alumnos por docente es mucho mayor y la dispersión de las escuelas es mucho mayor.


Segunda. Tensiones entre el magisterio público y el Ministerio de Educación

Las relaciones son difíciles porque hay mutua desconfianza. El magisterio no cree lo que el Ministerio dispone o propone, aunque sus normas lo digan explícitamente. Lograr la credibilidad del magisterio es una tarea necesaria, ineludible e impostergable que, por ser un proceso de otorgar confianza, es largo y difícil. En estas condiciones y con esta realidad el Ministerio de Educación tendrá que dirigir la evaluación profesional docente.


Tercero. Desconfianza del magisterio en los niveles intermedios: UGEL e I.E.

El rechazo que tiene el magisterio peruano a las UGEL, que son las unidades de gestión educativa provincial, y a los Directores de las Instituciones Educativas, es significativo. Gran cantidad de correos enviados al Ministerio pidieron que sea éste el que se encargue de la evaluación del desempeño docente y no los Directores de las Instituciones Educativas, ni el personal de las UGEL.


Esta situación contradictoria a lo que hemos mencionado anteriormente es una realidad. Los últimos concursos confirmaron esta deteriorada imagen porque hubo no pocos docentes que, habiendo aprobado la prueba nacional clasificatoria con notas superiores a catorce, fueron desaprobados arbitrariamente en la Institución Educativa a cuya vacante postularon a pesar que los instrumentos de evaluación eran claros y nacionales.


Cuarto. Escasa experiencia en evaluación docente.
Cuba tiene una larga y valiosa experiencia en evaluación docente. El Perú la inició en el 2005 con un Programa Piloto de Evaluación Profesional Docente cuyo producto fueron tres Guías de Desempeño Docente validadas: una para profesores de Escuelas Unidocentes, otra para los de Multigrado y, la última, para los de instituciones educativas polidocentes. No tenemos actualmente un equipo que cubra todo el territorio nacional pero sí existe en el Ministerio de Educación. Este equipo, aun pequeño, tiene experiencia en el tema y está trabajando en la  normativa e instrumentos de evaluación y en lograr su legitimidad. 


La lectura de este Manual me suscitó las tres preguntas siguientes que se hicieron al autor:


Primera.- ¿Qué es lo más importante que podemos aprender los peruanos del proceso que ha llevado a Cuba a tener un sistema de evaluación profesional docente confiable para los maestros de modo que lo tengamos en cuenta en nuestro trabajo?


Segunda.- El Manual presenta 5 dimensiones, 25 parámetros y 51 indicadores. Esto ¿es posible reducirlo? De ser factible, ¿qué criterios se deberían emplear para ello?


Tercera.- ¿Qué debe tenerse en cuenta al diseñar la formación de evaluadores?


Al concluir considero necesario recomendar en las Instituciones de Formación Docente, sean Institutos Superiores Pedagógicos o Facultades de Educación, la lectura de este Manual que permite encontrar en sus instrumentos preguntas valiosas a la formación inicial docente e importantes para la evaluación del desempeño de un profesor de cualquier nivel educativo.



[1] En IPAE ante el Consejo Nacional de Educación, Lima 6 de noviembre de 2009

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CONSTRUCCIÓN CONCERTADA DE UNA PROPUESTA DE CRITERIOS E INDICADORES DE DESEMPEÑO PARA UNA BUENA DOCENCIA EN LA REGION DE AREQUIPA

Ponencia comunicada en el Congreso de Educación Internacional Bodas de Oro La Salle Urubamba Cusco Perú octubre 2009

Profesor Juan Carlos Callacondo Velarde
http://rostrosdemaestros.com/ jcallacondo@gmail.com
Instituciones:
Consejo Participativo Regional de Educación COPARE
Centro Estudios Cristianos y Capacitación Popular CECYCAP
Colegio de Profesores del Peru Región Arequipa SUTEP Regional Arequipa

Sumilla:
La experiencia muestra avances de la construcción concertada en cuanto a los criterios e indicadores de desempeño para promover una buena docencia en la Región de Arequipa. Esta es una iniciativa de los actores claves como son el SUTEP, el Colegio de Profesores, la Sociedad Civil, La Gerencia de Educación a través de su instancia y participación y concertación COPARE.
El proyecto permitió identificar y poner en vitrina experiencias innovadoras y efectivas de actividad docente en el aula; lo cual permitirá trabajar con alto grado de certeza, las políticas de formación docente, inicial y en servicio, así como las de evaluación de desempeño docente; tanto a nivel técnico, como de legitimidad de las propuestas, con una base de movilización social que hará más factible su implementación y que tendrá un fuerte impacto en la maltratada autoestima e imagen pública del docente en la región.
Contenido
1. Contexto y realidad
“Los docentes ocupan un lugar insustituible en la transformación de la educación, en el cambio de prácticas pedagógicas al interior del aula, en el uso de recursos didácticos y tecnológicos, en la obtención de aprendizajes de calidad relevantes para la vida, y en la formación de valores de los educandos” Sin embargo en estos tiempos su rol en el aula y sociedad sufre una fuerte desvalorización técnica y social por parte de la sociedad.
Todos coinciden que el problema de los profesores en el país y en la región puede ser visto desde tres puntos:
Primero, problemas en las formaciones del docente, bajo nivel remunerativo, y un marco normativo alejadas de las aulas, la docencia peruana atraviesa un serio problema de calidad y capacidades en su formación por la proliferación de Institutos Superiores Pedagógicos Privados y un Sistema de Formación Universitaria informal y un proceso ineficaz y abandono sistemático de la formación continua por parte del Ministerio de Educación.
Segundo, no existen mecanismos de incentivo para el profesor. El marco normativo vigente no penaliza la ineficiencia ni premia la eficiencia, así, el régimen de remuneraciones no está vinculado al desempeño. Tercero, la Ley del Magisterio, impide la creación de incentivos basados en el desempeño donde los ascensos proceden de acuerdo a la antigüedad del docente, sólo se admite evaluaciones a profesores para ascensos y/o mayor sueldo, no permite movilidad de los maestros de acuerdo con las necesidades del sistema y un docente puede ser nombrado sólo si posee título profesional en la carrera de educación convirtiéndose en un desincentivo para que profesionales de otras especialidades ingresen al magisterio. Dentro de todo este encuadre no existe un consenso concertado sobre cuales deben las características de una buena docencia.
Sin embargo, esta problemática no es percibida con la misma preocupación por los docentes de nuestra región de Arequipa : un estudio realizado a nivel regional revela que los principales problemas que afectan a la educación desde la percepción de los docentes son los bajos recursos económicos de los padres (47.6%), bajo presupuesto para el sector educación (27.2%) y el escaso apoyo de los padres en las tareas educativas (25.2%), ubicándose en un ámbito extra–escolar [sin embargo] los estudiantes visualizaron con mayor claridad los problemas de los docentes, al señalar sus bajos salarios (80%)[1].

Para Iván Montes, la crisis en la carrera docente ha conducido al deterioro de su identidad profesional, a un bajo nivel de autoestima y a la escasa valoración social de la profesión, identificando como causas:
a) Discursos y prácticas desde las cuales la profesión docente es percibida como carrera eminentemente técnica.
b) Rígida política curricular que deja escaso margen a la autonomía pedagógica a nivel del centro educativo.
c) Designación de autoridades y funcionarios de alto nivel en base a criterios políticos, sin considerar la especialización requerida […] instalándose en el sentido común de las personas la idea que la gestión educativa no requiere especialización.
d) Burocratismo y verticalismo practicado en muchos centros educativos. Muchos directores de las instituciones educativas suelen reproducir y/o incrementar prácticas autoritarias del ministerio de educación, convirtiéndose en una camisa de fuerza; como consecuencia, se reduce la capacidad y autonomía pedagógica del profesor.
e) Programas de complementación pedagógica que han reducido la formación docente a cinco veranos de estudio y la obtención de un título de licenciado en educación a un año adicional de estudios universitarios.
2. Problemática y objetivos de la experiencia
La sociedad regional en general atribuye un bajo estatus profesional y social al docente, y al no contar con evidencias de sus logros ni mecanismos para evaluarlos y mostrarlos; se ha formado una opinión pública descalificadora hacia los maestros, que se agudiza con la sistemática y pública acusación de “ignorantes” “irresponsables” e “incapaces”, situación que refuerza la baja autoestima, desconfianza y actitud defensiva de los docentes, formándose un círculo vicioso que anula la posibilidad de contar con ellos como agentes del cambio.
La problemática se plantea en la siguiente interrogante ¿la Sociedad arequipeña y la opinión publica conoce a ciencia cierta lo que hacen los docentes y qué se espera que hagan? ¿Cuáles son los criterios e indicadores con que se evalúan y juzgan las prácticas de los docentes de aula?
Estas interrogantes han permitido generar los siguientes objetivos de intervención:
· Identificar buenas prácticas docentes que sirvan de referencia para la formación docentes y la evaluación del desempeño docente en la región.
· Aportar en la revaloración social del docente a partir de la difusión de las buenas prácticas docentes
3. Encuadre teórico: desempeño docente hacia la buena docencia.
Existe una extensa literatura sobre evaluación de desempeño docente, modelos, enfoques, etc. pero por fines de nuestro estudio nos centraremos en la teoría orientada a la formulación de Criterios e indicadores de Desempeño docente, la que por su naturaleza está ligada a la evaluación, pues los criterios y/o estándares, sirven de referencia para efectuar las evaluaciones.
Desde la perspectiva de Héctor Valdés[2] la construcción criterios de Desempeño Docente, resulta crucial y debe responder a la pregunta ¿Qué vamos a entender por una práctica docente exitosa? ¿Qué vamos a entender por una práctica docente adecuada?[3]. Por su parte, Francoise Delannoy [4], al referirse de manera concreta a los estándares señala que “representan un esfuerzo por describir en una forma medible o al menos observable lo que un profesor debe saber y ser capaz de hacer las competencias requeridas para implementar el currículo.”, asimismo señala que los estándares ayudan a construir una coherencia entre la política docente y la práctica, y cómo se va desarrollar la carrera profesional docente.
En el marco de un Sistema de Evaluación de Desempeño Docente, el conjunto de criterios e indicadores responden a la interrogante ¿Qué evaluar?, pues toda evaluación implica emitir juicios de valor en base a referentes claros y pertinentes con los que pueda contrastar una realidad evaluada.
En la última década, en algunos países América Latina se han instalado Sistemas de Evaluación Docente y se han venido perfeccionando Propuestas de Criterios e indicadores para tal fin. El caso más cercano es la experiencia de Chile, donde la sinergia de esfuerzos del Ministerio de Educación Nacional, el Colegio de Profesores y la Asociación Chilena de Municipalidades permitió la construcción participativa del Marco para una buena enseñanza.
Héctor Valdés señala que para construir un Sistema de indicadores es necesario reflexionar sobre el concepto de indicador, definiéndolo como “un elemento informativo, específicamente cuantitativo, sobre atributos de los sistemas educativos como totalidad o de algunos de sus componentes básicos, que pueden servir como fundamento para elaborar juicios sobre los fines, los contextos, los insumos, los procesos o los productos de la educación”[5].
Asimismo, señala que para la construcción de un sistema de indicadores se debe tener en cuenta que[6]:
Los indicadores deben apoyarse en alguna teoría o modelo de los procesos educativos.
Deben referirse a rasgos estables del sistema educativo.
Se requiere que previamente a la construcción de un sistema de indicadores se ponga de manifiesto lo que se espera del sistema educativo; en este caso de la actuación del maestro.
Lo más que podemos esperar de un sistema de indicadores, y no es poco, es que representen de manera coherente la parcela de la realidad educativa para cuya valoración se ha diseñado, que destaque sus puntos fuertes y débiles, y que permita un cierto grado de comparación y el estudio de las tendencias principales.
Por su parte, Francoise Delannoy refiere que los estándares deben estar alineados con el Currículo y otros elementos claves de la calidad de la educación. Entonces, “el primer paso consiste en asegurar que los estándares de desempeño docente (“lo que un buen profesor debe saber y poder hacer”) están alineados (hacia arriba) con los estándares del currículo, que describe lo que los niños/as deben saber”[7]
Qué se entiende por Desempeño Docente, será un ardua discusión que la plantearemos en el marco del planteamiento de nuestra propuesta.
4. Antecedentes: Experiencias internacionales en la Construcción Criterios de Desempeño Docente
Los sistemas educativos similares al nuestro han avanzado en la construcción de indicadores mas concertados siendo el de Colombia que viene implementando de manera más integral a partir de la Estrategia “Evaluar para Mejorar[8]”. Dicho sistema focaliza su acción de evaluación en las instituciones educativas, la evaluación de estudiantes, y la evaluación de docentes y directivos.
El sistema de evaluación de Chile se ha constituido gradualmente con la participación del Ministerio de Educación, Asociación de Municipios y el Colegio de Profesores. Dicho sistema está basado en una evaluación por estándares (y no en una evaluación basada en el logro de de los estudiantes), los cuales se encuentran detallados en el Marco para la Buena Enseñanza.
En el modelo cubano, el Desempeño profesional docente se considera como una variable de la calidad. Su sistema de indicadores para evaluar el desempeño docente se apoya fundamentalmente en las ideas del paradigma histórico–cultural[9], aunque toma ideas de otros paradigmas.
En nuestro país los procesos de implementación de un Sistema de mejoramiento del Desempeño Docente aún se encuentran en una etapa inicial Desde nuestra perspectiva, una de las iniciativas más significativas para el desarrollo de carrera profesional docente, es La PROPUESTA NUEVA DOCENCIA EN EL PERÚ[10], desarrollada en el 2003. La propuesta tiene muy valiosos aportes en los tres ejes temáticos que se trabajó: Propuesta de perfiles de nuevos docentes y sistema de selección, incorporación, permanencia y acreditación de profesores en el sector.
ASPECTOS DEL DESEMPEÑO DOCENTE COLOMBIANO
Construcción y desarrollo del PEI
Cumplimiento de normas y políticas educativas.
Conocimiento y valoración de los estudiantes.
Fundamentación Pedagógica.
Planeación del trabajo.
Estrategias pedagógicas.
Estrategias para la participación.
Evaluación y mejoramiento.
Innovación.
Compromiso institucional.
Relaciones interpersonales.
Mediación del conflicto.
Trabajo en equipo.Liderazgo. DOMINIOS DE BUENA ENSEÑANZA CHILENA
Preparación de la Enseñanza
Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje.
Responsabilidades profesionales.Enseñanza para el aprendizaje de todos
DIMENSIONES E INDICADORES DEL DESEMPEÑO CUBANO
Capacidades pedagógicas
Emocionalidad
Responsabilidad en el Desempeño de sus funciones laborales
Relaciones Interpersonales con sus alumnos, padres, directivos, docentes y comunidad escolar en general.
Resultados de su labor educativa. DIMENSIONES PROPUESTA BUENA DOCENCIA PERU
Personal
Pedagógica
Institucional
Social / ciudadana

5. Propuesta de criterios e indicadores de buena docencia en la región Arequipa
1. Metodología de construcción
La propuesta fue desarrollado en marco del Proyecto Rostros de Maestros promovida por el Centro de Estudios Cristianos Y Capacitación Popular CECYCAP con el apoyo de la fundación AVINA.
En una primera instancia se hizo la formación de una mesa de trabajo con instituciones, organizaciones del COPARE en la comisión Nº 5 de Desarrollo Docente, encabezados por instituciones claves: el Colegio de Profesores y SUTEP , las universidades e Institutos Superiores Pedagógicos a los que se incluyen la sociedad civil e instituciones del estado. Posteriormente se instala un Comité Técnico conformado por docentes de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de San Agustín y docentes del Instituto Superior Pedagógico Arequipa, con los que se reflexiona y se diseña el proceso de construcción y recojo de información.
Consecutivamente se desarrollaron las siguientes actividades:
Establecer criterios para determinar buenas prácticas.
Se realizaron varios eventos con maestros innovadores, conocedores del currículo, el Proyecto Educativo Nacional y el Regional, estudiantes, donde se revisaron criterios de selección de concursos de innovación y de contrato y nombramiento docente, dentro y fuera del Ministerio de Educación y marcos de buena docencia de otros países
Recoger las prácticas sobresalientes.
Se han identificado 60 experiencias exitosas de buen desempeño docente en toda la región Arequipa con experiencias brillantes, ganadores de diversos concursos y la referencia de especialistas de la UGEL, padres y madres de familia, directores, líderes comunales y alcaldes de la región.
Documentar la práctica
Se levantaron evidencias de las prácticas seleccionadas, documentos, fotos, testimonios, resultados de evaluaciones
Talleres de debate y discusión con docentes, padres y madres de familia y estudiantes en toda al región
Formar un grupo impulsor
En base a instituciones y docentes identificados conformar un grupo de trabajo sobre desarrollo docente que, a partir de este trabajo y los insumos producidos impulse permanentemente políticas, acciones y articulaciones en torno al desarrollo docentes.
Vitrina de buenas prácticas docentes a través de la Web
Se ha elaborado una web, que contenga la librería de buenas prácticas, los criterios de selección, un buscador en función de los aportes particulares de cada práctica y foros o blogs de discusión o debate.
Un textos y un Cds con la librería de buenas prácticas
6. Propuesta: Criterios e indicadores de desempeño para una buena docencia
La propuesta contiene 4 dimensiones, 10 criterios 40 indicadores de desempeño básicos que permitan promover buena docencia en toda la región Arequipa que pueden ver en la propuesta integra en la pagina webb http://rostrosdemaestros.com/
a) Las dimensiones:
Dimensión 1: Desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje
Visualiza el dominio y manejo de conocimientos disciplinares y pedagógicos que le permitan planificar, ejecutar y evaluar el proceso de aprendizaje de sus estudiantes en el marco de un currículo pertinente en diferentes escenarios educativos
Dimensión 2: Investigación e innovación educativa
Comprende la necesidad de promover e impulsar la investigación y la innovación educativa son elementos básicos presentes en la trasformación de la práctica pedagógica y que por ende contribuye con la calidad y equidad de la educación que brinda la Institución Educativa en la Región de Arequipa.
Dimensión 3: Responsabilidades para con la sociedad
Comprende el abanico de compromisos docentes vinculados con la función social dentro e la Institución Educativa, los padres y madres de familia y las directamente vinculadas con la ciudadanía
Dimensión 4: Formación y crecimiento personal.
Esta cuarta dimensión involucra aspectos relacionados fundamentalmente con tres elementos, la vocación, las cualidades y características personales y el marco ético y moral, como sustentos prácticos del desempeño docente en cuanto a la formación y crecimiento personal.
La formación y crecimiento personal, se define como el conjunto de acciones tendientes a la superación permanente del docente tanto en el ámbito personal, como en el profesional, dentro del desarrollo de determinadas cualidades personales, así como de la acción docente dentro de un determinado marco de valores éticos y morales, equivale a definir la forma de SER del docente contemporáneo.
b) Criterios de buena docencia

Dimensión 1: Desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje
CRITERIOS DE DESEMPEÑO
- Conocimiento y manejo disciplinar y Pedagógico en el proceso de planificación
(Domina contenidos disciplinares y pedagógicos que le permitan planificar con pertinencia el proceso enseñanza aprendizaje)
- Ejecución del proceso de aprendizaje
(Ejecuta acciones que aseguren el logro de los aprendizajes esperados en un clima favorable)
-Evaluación de los aprendizajes
(Evalúa el aprendiza de los alumnos que le permitan tomar decisiones oportunas)

Dimensión 2: Investigación e innovación educativa
CRITERIOS DE DESEMPEÑO
-Propone proyectos de innovación educativa

-Formula, desarrolla y evalúa proyectos de innovación orientado a enriquecer los procesos pedagógicos de calidad.


-Participa en actividades de Investigación

-Utiliza la investigación educativa por excelencia para el surgimiento, aplicación y validación de las innovaciones en el campo educativo

Dimensión 3: Responsabilidades para con la sociedad
CRITERIOS DE DESEMPEÑO
-Responsabilidades comunitarias en la Institución Educativa
(comprende aspectos sociales de los docentes relacionados directamente dentro de la IE)
-Responsabilidades en relación con los padres y madres de familia
(Comprende aspectos de la docencia de relación con padres y madres de familia)
-Responsabilidades como actor social
(Comprende aspectos de la docencia en directa relación con su comunidad)

Dimensión 4: Formación y crecimiento personal.
CRITERIOS DE DESEMPEÑO
-Muestra vocación docente
(Conjunto de cualidades personales, por las cuales se generan afinidad, identidad y satisfacción del docente con el rol profesional que desempeña, tanto en el ámbito del aula, de la Institución educativa).
-Posee cualidades y actitudes personales
(Se entiende por cualidades personales, a los rasgos característicos de los maestros y maestras que demuestran buena docencia, en cuanto a las formas de SER que tiene el docente.)
-Tiene solvencia ético moral.(Entendidos como los valores y principios que enmarcan el desempeño del profesor que manifiesta o demuestra buena docencia

Conclusiones

Se requiere consensuar concertadamente criterios e indicadores de buena docencia para que los docentes asuman practicas cada vez mejores en forma voluntaria, conciente y responsablemente.

Los docentes poseen prácticas innovadores y de calidad que no es visualizada por la sociedad y la opinión publica.

Bibliografía
MONTENEGRO ALDANA, Ignacio Abdón. Evaluación del desempeño docente: fundamentos, modelos e instrumentos / Ignacio Abdón Montenegro /Bogotá, Colombia, Cooperativa Editorial Magisterio, 2003
VALDÉS, Héctor, El desempeño del maestro y su evaluación. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, Cuba, 2004.
Ministerio de Educación de la República de Chile y Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas. Marco para la Buena Enseñanza. C&C Impresores Ltda. Chile, 2003.
Ministerio de Educación, Propuesta Nueva Docencia en el Perú. Lima, 2003.
Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Manual de Evaluación de Desempeño. Bogotá, 2003.
Ministerio de Educación Chile. El marco para la buena enseñanza.
Ley 28044 Ley General de Educación.
Ley 29062 Ley que modifica la Ley del Profesorado en lo referido a la Carrera Pública Magisterial.
Decreto Supremo N° 003-2008-ED Reglamento de la Ley que modifica la Ley del Profesorado en lo referido a la Carrera Pública Magisterial Ley N° 29062.
VALDÉS, Héctor, Conferencia “Marco Conceptual de la Evaluación del Desempeño Docente” CICLO DE VIDEOCONFERENCIAS: Experiencias latinoamericanas de evaluación del desempeño docente. Lima, Perú, 27 de febrero de 2009.
MANZI, Jorge, Conferencia “Evaluación docente: el caso de Chile” CICLO DE VIDEOCONFERENCIAS: Experiencias latinoamericanas de evaluación del desempeño docente. Lima, Perú, 13 de marzo del 2009.
[1] Voces de las regiones, 2005
[2] Presidente del Laboratorio Latinoamericano de la Calidad Educativa (LLECE), desde su perspectiva se debe abordar la Evaluación Educativa desde la teoría del Sistema de Administración de Recursos Humanos, dicho sistema contiene cuatro grandes subsistemas, uno de los cuales está referido a la Aplicación de Recursos Humanos, el cual implica la construcción de estándares de Desempeño para el desarrollo de Evaluaciones de desempeño, como una constatación entre lo ideal y lo real.
[3] VALDÉS, Héctor, Conferencia “Marco Conceptual de la Evaluación del Desempeño Docente” CICLO DE VIDEOCONFERENCIAS: Experiencias latinoamericanas de evaluación del desempeño docente. Lima, Perú, 28 de febrero de 2009.
[4]DELANNOY, Francoise, Consultora Internacional en Educación. Ponencia en el Seminario Internacional “Profesionalismo Docente y Calidad de la Educación”. Santiago, 8 de mayo, 2001. Pág. 2.
[5] VALDÉS, Héctor, El desempeño del maestro y su evaluación. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, Cuba, 2004. Pág. 64.
[6] Ibíd. Pág. 64 y Pág. 65.
[7] DELANNOY, Francoise, Consultora Internacional en Educación. Ponencia en el Seminario Internacional “Profesionalismo Docente y Calidad de la Educación”. Santiago, 8 de mayo, 2001. Pág. 3
[8] El Estado Colombiano ha implementado la Estrategia EVALUAR PARA MEJORAR con el objetivo elevar la calidad educativa y para efectuar la propuesta expide el Decreto 2582 del 12 de septiembre de 2003, donde se establece las reglas y los mecanismos generales para la evaluación del desempeño de docentes y directivos docentes del sector Público.

[10] Ministerio de Educación, Propuesta Nueva Docencia en el Perú. Lima, 2003. Propuesta desarrollada en el marco del Proyecto Estratégico para el Desarrollo Magisterial, durante el Periodo de Gobierno de Alejandro Toledo, cuyo trabajo fue encargado a un equipo técnico de reconocidos, consultores e investigadores, bajo la coordinación de José Rivero.

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Pensar, sentir y actuar en función de los desempeños docentes

Profesor Juan Carlos Callacondo Velarde

Ponencia presentada en el Congreso Internacional de Educación “Realidad educativa Latinoamérica a 200 años del grito libertario” Sucre Bolivia del 9 al 11 de julio 2009.

Introducción.

La educación es el medio del que dispone la sociedad, para estimular el desarrollo de las personas que la componen, y que pone a disposición de las nuevas generaciones, los recursos y conocimientos necesarios para propiciar su crecimiento y desarrollo. Esta educación ayuda a comprender al mundo y a comprender al otro, a desarrollar el respeto, la responsabilidad y la voluntad de una convivencia armoniosa entre los seres humanos, a través de la preparación para una ciudadanía consciente y activa, que responde a los retos de la sociedad actual y que es entendida como un proceso a lo largo de toda la vida.

Para entender en esa dimensión a la educación es indispensable precisar cuál es la misión educativa específica del docente y en este contexto, ¿cuáles son los conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes que corresponden a esas tareas?, además ¿cómo se concibe el propio maestro?, ¿cómo lo reconoce su escuela y comunidad? y ¿qué hacer para que se sienta reconocido, valorado y motivado permanentemente?

Los tiempos actuales nos muestran con mayor convencimiento que a pesar de los gigantescos saltos de la comunicación y la tecnología no existe el reemplazo del vínculo entre el docente y estudiante, puesto que la riqueza humana que contiene este encuentro está resumida en el acto de educar. De tal forma estos tiempos diferentes, son oportunidades para renovar nuestro rol, nuestro compromiso y asumir nuevos retos que nos permita reinventar nuestra función social dentro de la sociedad.

Dentro de todo los roles y profesiones que la sociedad ha modelado, el ser maestro o profesor es una profesión intelectual y humana por que su ejercicio implica el uso del conocimiento a favor de la persona, el filosofo francés Michel Foucaut en una ocasión expresó que “…la razón de ser para los intelectuales estriba precisamente en el tipo específico de agitación que consiste sobre todo en la modificación del propio pensamiento y en la modificación del pensamiento de los otros. (…)” no consiste en decir a los demás ¿que hacer?, ¿Con que derecho se podría hacer esto?

En nuestra sociedad las familias, demandan a la escuela una educación de calidad que obviamente centra su atención en el desempeño de los docentes, es decir: sus competencias profesionales, sus actitudes y el compromiso para generar buenos resultados que se evidencien en la formación integral de sus hijos.

En tal sentido, la presente ponencia pone en reflexión esta categoría del maestro como profesional intelectual y cómo es que su desempeño interviene en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

En la primera parte se inicia colocando las consideraciones y pretextos para entender los desempeños docentes, es decir la situación de pobreza y el rol de la educación para mejorar la calidad de vida de las personas.

En la segunda parte se hace un acercamiento y reflexión sobre las realidades y fantasmas que condicionan el desempeño docente.

En la tercera parte se muestra la construcción de un escenario posible y controversial para mejorar los desempeños docentes a partir de la incorporación de los docentes a la carrera pública magisterial.

En la parte final se presentan las tareas pendientes para mejorar los desempeños docentes en la perspectiva de generar docentes reflexivos que aseguren su desarrollo y crecimiento personal y profesional.

I. Consideraciones y pretextos para entender los desempeños docentes:

Durante varias décadas la educación se ha conducido bajo el supuesto de que “el peso de las condiciones socioeconómicas y culturales externas al sistema educativo influyen de manera determinante en las posibilidades de éxito de los estudiantes, por lo que muy poco podía hacerse al interior de las escuelas, para contrarrestarlas”

En el último decenio los sistemas educativos latinoamericanos han privilegiado los esfuerzos encaminados al mejoramiento de la calidad de la educación y en este empeño se ha identificado a la variable “desempeño profesional del docente” como muy influyente, determinante, para el logro del salto cualitativo de la gestión escolar, hoy se aprecia un cierto consenso en la idea de que el fracaso o el éxito de todo sistema educativo depende fundamentalmente de la calidad del desempeño de sus docentes. Sin docentes eficientes no podrá tener lugar el perfeccionamiento real de la educación.

1. Educación y pobreza
Sin duda, el concepto de desarrollo humano esta hoy marcado por la capacidad de las personas para acceder a la educación y a la salud, es decir posibilitar que cada ser humano cuente con las herramientas y condiciones necesarias que le permitan autogestionar su propio desarrollo para mejorar su calidad de vida.

“La pobreza es algo más que la mera carencia de ingresos y de recursos financieros”. Es una situación que impide a las personas acceder a una vida digna para ejercer control sobre nuestro desarrollo y disfrutar de igualdad de oportunidades en un entorno cada vez más competente y complicado.

En un contexto de pobreza la educación juega un papel trascendental, tal y como lo dijera Eveline Herfkens (Ex directora ejecutiva del Banco Mundial) quien afirma que “invertir en educación básica es uno de los mejores instrumentos que existen para reducir la pobreza” . Y no resulta novedad comentar que los países con mejores niveles de desarrollo muestran hoy en día mejores sistemas educativos que permiten que su población en conjunto acceda a una educación de calidad.

2. ¿qué necesitamos de la educación para superar nuestras condiciones de pobreza?
 Aprendizajes relevantes
Una pregunta sustancial es ¿Qué tipos de aprendizaje son necesarios en la escuela para superar nuestras condiciones de pobreza? La respuesta es compleja e implica análisis y transformaciones necesarias en la escuela, porque debemos tener en claro que el aprendizaje es el proceso constante, en el que el estudiante va asimilando y acomodando su conocimiento, afectividad y comportamiento de forma activa, a través de experiencias vividas y de la construcción de nuevos conocimientos producto de aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser.

Frente a la complejidad del aprendizaje es difícil puntualizar ¿cuáles son los saberes y desempeños que los docentes necesitan desarrollar para lograr que estos sean relevantes y significativos?, sin embargo las exigencias planteadas a la educación en términos de los aprendizajes necesarios para mejorar la calidad de vida de las personas, no sólo se enfrascan en temas de lecto-escritura o cálculo básico sino también deben fortalecer en el estudiante sus formas de enfrentarse al conocimiento, a la actuación social y a la conciencia de sí mismo. Listamos sólo con ánimo descriptivo algunos aprendizajes que siendo necesarios no son suficientes para esta transformación social:
o Aprendizajes para participar en la construcción de una ética ciudadana global: conciencia de sentido frente a la cientificidad, la racionalidad económica y la diversidad cultural.
o Aprendizajes para la comprensión de sí mismo y en el mundo social.
o Aprendizajes para el dominio de los procesos e instrumentos de la comunicación.
o Aprendizajes para el dominio de los procesos e instrumentos de elaboración del conocimiento y la cultura.
o Aprendizajes para la participación ciudadana: conciencia de derechos y responsabilización social.
Una sociedad educadora
El papel de agente educativo principal que tenía la escuela se ha debilitado. Esta es una época en que otros agentes cumplen una función educativa (como los medios de comunicación, las instituciones locales, etc.). Por ello, la escuela y la docencia se ven cada vez más urgidas de plantear la necesidad de revalorar la función social y cultural de la escuela, por lo que se requiere revisar los procedimientos y sus sustentos teóricos. Esta revisión exige además que los docentes desarrollen desempeños que les permitan participar, dialogar y generar consensos en la idea de volver a situar su lugar orientador en la construcción de una sociedad educadora.
II. Realidades y fantasmas que condicionan el desempeño docente

En nuestros tiempos, se someten cada día a discusión diversos factores que inciden en la calidad de la educación. Pero resulta incuestionable que entre los principales está el desempeño docente, por lo que aún en las desigualdades (contexto, políticas, sociales, culturales, etc) existe la necesidad de asumir acciones dirigidas a mejorarlos y a elevar la comprensión del lugar que debe ocupar esta profesión en la sociedad.

1. Desvalorización social del docente
El rol del docente ha sido por demás desvalorizado y cuestionado, llegando incluso a sindicarlos como los principales culpables de las realidades educativas en los diferentes países de Latinoamérica, generando de esta forma en ellos procesos de incertidumbre, desmotivación profesional que dan como resultado el poco compromiso frente a los roles y tareas que les toca asumir.

Desvalorización desde el círculo de la pobreza social y educativa
En el sistema educativo peruano desde las últimas evaluaciones de PISA y otras, buscó algunas justificaciones, en las que dieron como principal responsable de la situación educativa actual al docente y sus ineficientes desempeños. Considero que debemos revisar con detenimiento esta situación puesto que tanto la función docente como el sistema educativo desde hace muchos años, esta sumido en un círculo de la pobreza social y educativa como lo plantea Severo Cuba donde el desempeño docente depende de la mejora de otros procesos; tenemos que señalar aquí, que este círculo no está exento de otro mayor que es el contexto de inequidad social y de limitada asignación de recursos a la educación. Estos son problemas que no son culpabilidad de los docentes y que por el contrario suponen acciones ciudadanas del conjunto de actores sociales para promover la formulación e implementación de políticas públicas que permitan generar las condiciones básicas y necesarias que permitan revalorar al docente y mejorar la calidad educativa.
Desvalorización de la función docente desde su saber y manejo de la pedagogía.
Es de sentido común afirmar que un buen docente debe tener conocimientos sobre las disciplinas académicas en torno a las que debe lograr que los alumnos construyan aprendizajes; también sólidos conocimientos pedagógicos que le permitan lograr dichos aprendizajes, así como el conocimiento de las características generales e individuales de cada uno de sus estudiantes. Sin embargo hoy en día existen fuertes y marcados cuestionamientos sobre las capacidades pedagógicas que los docentes muestran, estos cuestionamientos toman como único punto de referencia los resultados de los aprendizajes de los estudiantes.
Todos los sistemas educativos plantean la necesidad de que la pedagogía sea acompañada por la investigación como ejercicio correlativo de ambas dimensiones. Ambas necesidades son básicas y complementarias, sin embargo la ausencia de la investigación en la tarea pedagógica no debe constituir un punto de quiebre. Roberto Follari analiza las contradicciones que surgen alrededor de la docencia como profesión desde una doble perspectiva: el rol del docente propiamente dicho y la del campo de la pedagogía como discurso que fundamenta su labor.

Desde su planteamiento considera que la limitante de la función pedagógica no debe ser tomada como la ausencia de la investigación. La estrecha relación de pedagogía y la investigación esta en el objeto del conocimiento sobre la educación, que ha sido confinado a lo aplicativo desde sus comienzos. La pedagogía se trata de un saber netamente referido a la práctica y que no pretendía estrictamente basarse en los científico. De tal forma la pedagogía gozaba de una desvalorización sistemática desde sus inicios, de tal forma que todo docente deba investigar, es apenas una petición de principio.
Desvalorización de la función docente desde su naturaleza profesional
Estos tiempos son tiempos de crisis y cambios rápidos y repentinos, desde el aula no es fácil encontrar soluciones, no está en nuestras manos el poder para resolver los desajustes. José Gimeno Sacristán en un articulo publicado en la famosa revista Cuadernos de Educación expresa… nos dice que vivimos una sociedad del riesgo, como dice Beck, o de la complejidad, como la califica Morín. Por eso creemos que el profesorado debe aprender a sentirse siempre en crisis, en la medida en que sus funciones las desempeña en contextos inestables, sometidos a cambios que hoy son más rápidos, amplios, complejos y decisivos.

Los decisores de política de estado y de las políticas educativas han desarrollado toda una campaña de desprestigio social del rol del docente, como expresa Gimeno Sacristán … “en vez de difundir, racionalizar y promover inquietudes que orienten los cambios en el comportamiento, en las actitudes y en la forma de pensar del profesorado, potenciándolo, dotándole de herramientas para darle seguridad, lo que se ha hecho es mantenerle en una minusvaloración intelectual, no elevando y exigiendo el nivel cultural y científico en su preparación y una constante puesta al día”
• ¿Qué hacer frente a la desvalorización docente?
El docente necesita con urgencia ser entendido y valorado en la verdadera dimensión que le corresponde es decir “dar a la profesión docente su justo valor”, para responder sin antagonismo a las exigencias del mundo globalizado y de la realidad local.

Los maestros tendrán que asumir funciones crecientemente complejas y de mayor alcance con bases científicas y cada vez más tecnificadas… cualidades intelectuales y didácticas, la preparación cultural, las capacidades de gestión necesarias, la calidad ética y moral… con deseables y crecientes grados de autonomía.
Lo cual nos lleva a recomponer la autoestima personal de estos profesionales intelectuales, que les permita generar compromiso y satisfacción por la profesión, con oportunidades de desarrollo, aprendizaje (formal y no formal), reconocimiento de los logros, reconocimiento profesional, aprecio, reconocimiento público y respeto; además de recompensas económicas, incentivos, beneficios médicos y respaldo laboral

En resumen se deben crear los mecanismos tanto a nivel de la escuela como en el estado para fortalecer las competencias de los maestros, mejorar sus desempeños y motivar su compromiso para obtener buenos resultados.

III. Escenario posible y controversial para mejorar los desempeños docentes

En caso peruano se ha promovido iniciativas rápidas y desesperadas para mejorar el desempeño o la buena docencia en las aulas, sin haber consultado las voluntades y compromisos de los propios docentes. Esta iniciativa dio como resultado la polémica ley de la carrera pública magisterial que ha sido fuente de innumerables debates, foros y conversatorios para entender su naturaleza y cómo es que esta efectivamente aporta a mejorar la educación peruana.

1. Carrera Pública Magisterial
La nueva carrera pública magisterial muestra algunos avances y retrocesos en toda la información producida para que los maestros estén más involucrados y comprometidos con su función docente. Para mayor precisión resumimos algunos puntos centrales de esta propuesta para luego analizar a la luz de los antecedentes de esta ponencia.

La ley plantea la necesidad de ingresar a la carrera publica docente con una evaluación donde el postulante obtenga una nota aprobatoria y durante un lapso de tiempo se someta a un proceso de incorporación con el acompañamiento y asesoría de un maestro de mayor experiencia y éxito. Luego tiene la oportunidad de escalar por cinco niveles magisteriales y cada uno de ellos requiere la aprobación de la evaluación de desempeño y conocimientos.

La ley expresa que el Ministerio de Educación define, en función de la disponibilidad presupuestaria, el número de vacantes por Nivel Magisterial y por regiones, utilizando la siguiente distribución: I Nivel Magisterial, cuarenta por ciento (40%); II Nivel Magisterial, treinta por ciento (30%); III Nivel Magisterial, quince por ciento (15%); IV Nivel Magisterial, diez por ciento (10%); y V Nivel Magisterial, cinco por ciento (5%), lo que representa en la actualidad de 200 mil maestros solo 10 mil.

La ley en su Artículo 45º, establece que la remuneración del profesor es fijada, a escala única nacional, para cada Nivel Magisterial conforme a los índices siguientes:
La remuneración del profesor del II Nivel Magisterial es quince por ciento (15%) mayor que la remuneración fijada para el profesor del I Nivel Magisterial. La remuneración del profesor del III Nivel Magisterial es treinta por ciento (30%) mayor que la remuneración fijada para el profesor del I Nivel Magisterial. La remuneración del profesor del IV Nivel Magisterial es cincuenta por ciento (50%) mayor que la remuneración fijada para el profesor del I Nivel Magisterial, la remuneración del profesor del V Nivel Magisterial es cien por ciento (100%) mayor que la remuneración fijada para el profesor del I Nivel Magisterial. La remuneración mensual es de S/ 1300 nuevos soles ($340) promedio. El punto de sentencia en la ley está cifrada por el lado que los docentes que no aprueben por tres veces consecutivas serán separados de la carrera publica magisterial.

Esta ley se ha convertido en un tema altamente sensible social y políticamente. Para Juan Carlos Tedesco, debería ser objeto del debate de las políticas públicas porque, según los datos de las encuestas efectuadas por el IIPE-UNESCO en varios países de América Latina, existe un porcentaje muy alto de profesores que, estando satisfechos con su tarea, aspiran a dejar el puesto que ocupan actualmente.

Desde el punto de vista de los defensores de la ley, afianza una posibilidad de mejorar de la calidad educativa y para los detractores viola los derechos de los maestros peruanos. Para Olmedo Auris, José Ramos Bosmediano y Luberliz Cáceres Tantarico, ex Secretarios Generales del SUTEP, se deben mantener los planteamientos de las Leyes N° 24029 y su modificatoria 25212 (leyes anteriores del profesorado) Para Sigfredo Chiroque, Presidente del Instituto de Pedagogía Popular, la Carrera debe conjugar derechos del profesional de la educación, de los estudiantes y del conjunto de la sociedad.

Para León Trathemberg, líder de opinión y educador, la razón de ser del sistema educativo es el alumno; por eso, los otros factores del sistema, dentro del cual está el profesor, deben estar en función de los estudiantes, que son su razón de ser. Y para José Rivero, consultor internacional, se debe distinguir el derecho a enseñar, que lo tiene todo egresado de una institución acreditada, el de ingresar a una carrera. Esto se debe reservar para quienes satisfagan los requisitos que permitan asegurar que van a hacer un buen ejercicio profesional. La Carrera Pública Magisterial para elaborarse debidamente requiere un proceso participativo de diálogo alturado y debate constructivo; están en juego las normas que regirán a quienes tienen la responsabilidad de acompañar el desarrollo humano de jóvenes, muchas de las cuales sólo tienen el período escolar para realizarlo. Una propuesta de ley para la Carrera Pública Magisterial, debe estar por encima de los apetitos políticos, comprensibles pero dañinos, cuando se trata de crear una norma que permita a nuestra patria tener profesionales de la educación calificados y éticos.

Con la finalidad de aportar a este debate nos preguntaremos en estas líneas si el tipo de profesional de la educación que tenemos es el que deberíamos tener, describiremos el proceso de elaboración de la Propuesta Técnica que el Ministerio de Educación ha puesto al debate y puntualizaremos algunos temas controversiales.

La pregunta central de esta nueva ley es ¿Si esta garantiza tener al maestro motivado y competente que requiere las aulas? En el siguiente acápite intentaremos responder si esta normativa se acopla a estas necesidades.
La ley arriba mencionada es apenas un primer paso de tipo administrativo que intenta recoger el profundo debate de rol y desempeño de los docentes en las aulas. Lo peligroso de la ley es reducir la profesión intelectual del docente en implementador del currículo y convertir su noble ejercicio en una función técnica y mecánica.

IV. Tareas pendientes para mejorar los desempeños en la perspectiva de generar docentes reflexivos

La enseñanza es una labor compleja, en la medida en que el profesional debe implicarse en los procesos de construcción de los sujetos y para ello tiene básicamente la propia experiencia de construcción y el conjunto de creencias culturales respecto de las cuales tiene la obligación de distanciarse a fin de ayudar al sujeto a comprender sus procesos y su propio contexto.

Por esa razón debe asumir de manera consciente las siguientes atreas:
• La tarea de que el sujeto educativo comprenda y valore el vínculo humano primario.
“Noddings sostiene que tenemos una responsabilidad por el perfeccionamiento ético de los demás (...) cuando uno elige ser profesor, está entrando en una relación especializada, una vinculación de cuidado muy particular en la que toda acción tiene connotaciones morales. Lo importante es la relación, el tipo de vínculo que se entabla entre maestro y niño (...) Se sugiere que la escuela sea un lugar que fomente las relaciones afectuosas, de diálogo y cuidado mutuo, aunque esto implique su reestructuración, sacrificios en el sistema de economía a escala o en sus ganancias” . En el contexto presente “La escuela deberá ser el centro del aprendizaje de vínculos" .
La tarea de que el sujeto educativo establezca el vínculo con el conocimiento
En esta visión, la docencia tiene una compleja tarea: de posibilitar a los sujetos educativos una relación diferente, no dogmática con el conocimiento, sino crítica, una comprensión de los procesos por los cuales el sujeto conoce, aprende y produce nuevos conocimientos, que además de implicar lo que podríamos llamar, un salto epistemológico, involucra una condición necesaria para la vida en democracia y para la apertura del horizonte cultural de los sujetos.
En suma, posibilitar que el sujeto educativo sea capaz de conocer, producir conocimiento, tenga paciencia para conocer, tenga curiosidad, deseo y amor por el conocimiento en sus diversas vertientes culturales.
• La tarea de que el sujeto sea capaz de la autorreflexión para la construcción de su autonomía y pertenencia social cultural.
Los maestros y maestras, como afirma Huberman , requieren comprender a los niños y niñas con quienes trabajan. Para ello el referente básico que poseen, es su propia infancia. Es en esta reflexibidad sobre sí mismo que el docente genera sus saberes para promover la reflexibilidad de sus estudiantes. Una autorreflexión que le permite construir su identidad personal y profesional, entendiendo ésta en una dinámica de autonomía y sentido de pertenencia, de conciencia de sí y reconocimiento del otro, de subjetividad e ínter subjetividad.
• La tarea de participar en la configuración de la escuela
“Los maestros no educan aislados en sus aulas, sino en el contexto de sus instituciones. Para el educador que busca innovar en su práctica es vital intervenir decisivamente en la configuración de la escuela, pues toda experiencia vivida en ella es experiencia formativa en sus estudiantes” . Esta condición de la actividad docente, sin embargo, no es suficientemente advertida en el diseño de la profesión y en la administración del sistema educativo. Por ello, asuntos como los proyectos institucionales son vistos como responsabilidades adicionales, un plus trabajo que excede la responsabilidad de la enseñanza, para el cual no se organiza el sistema y la carga de trabajo magisterial. Por el carácter social de la educación, se hace necesario hacer visible que la escuela como institución es parte del trabajo y el pensamiento de una docencia que comprenda que “la educación pública es un proceso que permite forjar la democracia y que contribuye a la reforma social” y que es en torno a que la escuela cumpla estos fines que orienta trabajo en el aula y en la vida institucional.
• La tarea de la participación crítica en el diálogo cultural con la sociedad.
Considerando su carácter intelectual, la docencia ha de participar críticamente en el proceso cultural de la sociedad en la que desarrolla su acción. Y esto impacta en el trabajo escolar pues coloca “en el eje del trabajo docente la reflexión sobre el material cultural en el que se desenvolverá el trabajo educativo. El proceso de conocimiento se visualiza en el contexto de la cultura y en el proceso de constitución personal y social de los sujetos. De este modo, saber e identidad no están disociados”.
Las tareas aquí presentadas quieren y expresan la complejidad que debe asumir la docencia de modo que sea una práctica social relevante y significativa para que la educación cumpla las tareas que exige la sociedad de hoy. Esta complejidad del trabajo docente requiere tener ciertos dominios de acción que serán posibles de alcanzar a través de un adecuado proceso formativo.
• La tarea de ser docentes reflexivos que transformen las aulas.
La idea de una docencia reflexiva replantea la necesidad de un desempeño docente que sitúe su espíritu entre la teoría y práctica, es decir una propuesta de un modelo de racionalidad técnica entre lo teórico y lo práctico que promueva la acción reflexiva que supone una consideración activa, persistente y cuidadosa de toda creencia o práctica. No consiste en un conjunto de pasos o procedimientos que tengan que seguir los profesores, es un proceso más amplio que incluye:
• Apertura intelectual: para atender a más de un punto de vista, para reconocer errores aún de sus más arraigadas creencias. El docente reflexivo se pregunta constantemente por que hace lo que hace en la clase.
• Actitud de responsabilidad: supone una consideración de las consecuencias a las que conduce la acción, con respecto a los efectos de la tarea docente en el desarrollo intelectual, social y emocional de los alumnos.
• La sinceridad: Implica que el docente debe reflexionar en cada instante, orientando su accionar a la consecución de ciertos fines. También implica reconocer las equivocaciones y pedir disculpas a quien corresponda bajándose del pedestal en el que se coloca muchas veces y que se convierte en una barrera muy difícil de pasar.
El maestro es un sujeto que inscribe su practica en relación directa con su compromiso ético con la cultura; un maestros que problemátiza, que inventa, que se piensa a sí mismo.
Un maestro reflexivo necesita recuperar su riqueza y potencialidad para propiciar un pensamiento pedagógico capaz de transformar nuestras visiones e innovar un pensamiento pedagógico capaz de transformar nuestras visiones e innovar la escuela.
Un docente reflexivo analiza de manera consciente y consistente sus actuaciones y relaciones en:
- El ámbito del aula, su buen desempeño tiene que ver tanto con el diseño cuidadoso, la conducción responsable y la evaluación profunda de los procesos de aprendizaje; así como con la relación comunicativa y afectiva que establece con todos y cada uno de sus estudiantes.
- Relación a sus colegas, se espera una actuación de colaboración, de apoyo mutuo y corresponsabilidad tanto respecto a la diversificación del currículo como a la organización y marcha del centro.
- Relación a los padres de familia, se espera su conocimiento, apertura, comunicación y colaboración profesional.
- Relación a la sociedad que le ha otorgado la responsabilidad de educar, se espera su comportamiento ético y ejemplar, con relación a las nuevas generaciones y en función del ideal de sociedad que se espera contribuya a realizar.
- Relación a sí mismo, se espera que el buen docente esté permanentemente buscando los mejores medios para crecer profesional y humanamente, con un comportamiento ético y ejemplar.
Conclusiones:
1. La educación entendida desde su real dimensión se convierte sin lugar a dudas en una de las herramientas más poderosas para combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas, ofreciéndoles oportunidades de desarrollo en condiciones de equidad que les permita desarrollar las capacidades decidir sobre sus propios destinos.
2. El maestro es un profesional intelectual, que requiere de sistemas simples y consensuados que le permitan mejorar su formación inicial y continua, fortalecer sus capacidades para mejorar sus desempeños profesionales, revalorar su posición profesional en la sociedad, sentir el reconocimiento de las familias y sociedad con las que interactúa, además de tener una remuneración justa que le permita mejorar su calidad de vida.
3. Iniciar procesos de revalorización docente implica darle a la profesión docente “el justo valor”, es decir se requieren de manera urgente mecanismos para recuperar la reputación y prestigio de los maestros, la restitución de los derechos y deberes, las reconsideraciones de los niveles remunerativos, el reconocimiento como “profesional” y no técnico, como “productor” y no como insumo, como “creador” y no aplicador de políticas.
4. Las tareas del profesional intelectual son una labor compleja, en la medida en que el profesional debe implicarse en los procesos de construcción de los sujetos y para ello tiene básicamente la propia experiencia de construcción y el conjunto de creencias culturales respecto de las cuales tiene la obligación de distanciarse a fin de ayudar al sujeto a comprender sus procesos y su propio contexto.
5. El factor clave para la transformación educativa es el docente, pero ello significa que “la política docente” (política específica) sea parte componente en otro sistema mayor que es el sistema educativo general y que además requiere de políticas educativas integrales por parte del estado fruto de la participación y concertación con la sociedad.
6. Un docente reflexivo necesita cambiar las rutinas por procesos que el permitan hacer praxis que asegure su crecimiento personal y profesional, una propuesta de este cambio deviene de los ámbitos de la investigación, la innovación que experimentan algunas instituciones y comunidades de aprendizaje.

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